¿Cómo resolver
problemas?
Para empezar hay que
diferenciar un ejercicio de un problema. Generalmente los ejercicios requieren
utilizar una única fórmula y sustituir los datos en ella para obtener el
resultado. Los problemas son más complicados. En general lo que aquí se dice
para los problemas puede aplicarse a los ejercicios más sencillos.
Hay varias cosas que
uno puede hacer para poder resolver un problema.
- Haz que alguien trabaje contigo. Cuando estás con alguien, uno resuelve el problema y el otro oye. El que resuelve el problema lo lee en voz alta. El oyente lo leerá en silencio y te detendrá cuando te hayas equivocado. Sin embargo, no te dirá en dónde está tu error, y lo tendrás que buscar (la idea es que leas cuidadosamente).
- Cuando un maestro u otro alumno resuelva un problema, préstale atención en cómo resuelve el problema. ¿Cómo está razonando? Si tienes dificultades siguiéndolo, pídele que te lo explique. Si es posible, pídele también que haga su razonamiento en voz alta.
- Cuando recibas ayuda en un problema difícil, no le pidas al maestro que o resuelva para ti. Es mejor que el maestro te indique en dónde está tu error, cuál es tu razonamiento erróneo.
- Plantéate las siguientes preguntas cuando vayas a resolver un problema; no tiene que ser todas, pero sí varias de ellas:
a)
¿Qué me pide el
problema?
b)
¿Qué información me
están dando?
c)
¿Tengo toda la
información necesaria?
d)
Si no tengo toda la
información, ¿hay cosas que tenga que recordar para resolver el problema?
e)
Si no recuerdo las
cosas necesarias, ¿hay datos que me ayuden a llegar a esa información necesaria?
f)
¿Estoy ignorando
alguna información que me están dando?
g)
¿cuáles son las
relaciones importantes entre los datos que tengo?
- Haz diagramas, y toma nota de los datos que te puedan ayudar a resolver el problema.
- Usa un procedimiento sistemático. Revisa el procedimiento lógico de cada paso, para estar seguro de que lo estás haciendo bien.
- Si te quedas atorado, vuelve a leer el problema. Es fácil perder el objetivo en un problema largo y difícil. Recuerda a dónde quieres llegar.
Fuente: José Antonio
Chamizo, Ciencias 3, Química, pág. 309, 310, 311; Grupo Editorial Esfinge,
2013.
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